Anteayer, sábado 19 de septiembre, le modifiqué bastante el principio al ensayo. Quité las distintas traducciones y cambié por completo el párrafo que seguía a ellas. El ensayo quedó así:
Según una nota de Página/12 del 25/06/2019 (tomada de esta otra, cuatro días anterior), Kevin Costner reveló que no es Whitney Houston la mujer que está llevando en sus brazos en el póster de El guardaespaldas:
¿Qué diferencia hay entre atribuirle el miedo sólo al personaje o también a la actriz? Si la doble de Whitney Houston estuviera asustada, su miedo convendría a la escena y a la foto,* como el temblor de la voz de Emma Zunz en el teléfono conviene a una delatora (casuística de un Si conviene, sucede). En cambio, si entendemos que la doble está actuando el miedo de Rachel Marron, no es (exactamente) el mismo caso de solapamiento; Emma no actúa su voz temblorosa (otra cosa es que no tenga el motivo que supone Loewenthal).
Es por la ligazón del personaje con su actriz que foto y escena se estropearían por igual si se mostrara esa cara. En sí, no sería inverosímil que a Rachel Marron la viéramos intentando mirar los peligros que la rodean. El problema es que si lo hiciera con la cara de la doble, descubriríamos algo peor que el hecho de que Whitney Houston no es la que está en brazos de Kevin Costner: descubriríamos que Rachel Marron no es la que está en brazos de Frank Farmer.
La “escena“ de Emma también puede prescindir del temblor de la voz; eso la mostraría con más sangre fría, pero no la delataría. Y esa diferencia entre lo conveniente pero prescindible del solapamiento de Emma y lo conveniente e imprescindible del solapamiento de la doble es crucial. Además, en un caso hay un ocultamiento visible pero insospechable (gracias a la escena terrorífica); en el otro, un ocultamiento imaginado (interpretado) por Loewenthal. Pero Loewenthal no sospecharía nada si la voz de Emma no temblara; en cambio, todos sabríamos que en brazos de Kevin Costner no está Whitney Houston si a su doble se le viera la cara.
Según una nota de Página/12 del 25/06/2019 (tomada de esta otra, cuatro días anterior), Kevin Costner reveló que no es Whitney Houston la mujer que está llevando en sus brazos en el póster de El guardaespaldas:
Mi primera lectura —confieso que he caído— fue que la doble de Whitney Houston estaba asustada, susto que se solapaba perfectamente (apropiadamente) con el del personaje que interpretaba para la foto, Rachel Marron, y que ocultaba el necesario ocultamiento de su cara. No es imposible, pero tampoco es verosímil que nos informen ese miedo y no sus motivos. ¿Por qué estaría asustada durante la sesión de fotos una profesional que es parte del equipo de filmación? La que entierra la cara en el hombro de Frank Farmer es Rachel Marron; la doble la esconde en el de Kevin Costner.“Ella ya se había ido a su casa e hicimos la foto con una doble, y su cara estaba enterrada en mi hombro porque estaba asustada, con lo que parecía apropiado”, contó el actor.
¿Qué diferencia hay entre atribuirle el miedo sólo al personaje o también a la actriz? Si la doble de Whitney Houston estuviera asustada, su miedo convendría a la escena y a la foto,* como el temblor de la voz de Emma Zunz en el teléfono conviene a una delatora (casuística de un Si conviene, sucede). En cambio, si entendemos que la doble está actuando el miedo de Rachel Marron, no es (exactamente) el mismo caso de solapamiento; Emma no actúa su voz temblorosa (otra cosa es que no tenga el motivo que supone Loewenthal).
Es por la ligazón del personaje con su actriz que foto y escena se estropearían por igual si se mostrara esa cara. En sí, no sería inverosímil que a Rachel Marron la viéramos intentando mirar los peligros que la rodean. El problema es que si lo hiciera con la cara de la doble, descubriríamos algo peor que el hecho de que Whitney Houston no es la que está en brazos de Kevin Costner: descubriríamos que Rachel Marron no es la que está en brazos de Frank Farmer.
La “escena“ de Emma también puede prescindir del temblor de la voz; eso la mostraría con más sangre fría, pero no la delataría. Y esa diferencia entre lo conveniente pero prescindible del solapamiento de Emma y lo conveniente e imprescindible del solapamiento de la doble es crucial. Además, en un caso hay un ocultamiento visible pero insospechable (gracias a la escena terrorífica); en el otro, un ocultamiento imaginado (interpretado) por Loewenthal. Pero Loewenthal no sospecharía nada si la voz de Emma no temblara; en cambio, todos sabríamos que en brazos de Kevin Costner no está Whitney Houston si a su doble se le viera la cara.
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