Acabo de trasladar algunos tuits al nuevo ensayo aniversario, "Entusiasmos IX". En realidad, todo el ensayo podría ser el ensayo aniversario, pero voy a separarlo. Hasta recién "Futuro" se veía así:
1.
— LaGenteAndaDiciendo (@gentediciendo) March 8, 2016
Sí o sí, ser feliz te hace sentir poderos@, y no al revés. Hay poderos@s que lamentan no ser felices, y no al revés. https://t.co/NLApk9qATl
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de marzo de 2016
Una felicidad es el desarrollo de una potencialidad: la captura de un futuro. De ahí que dé una sensación de poder: se puede hacia adelante.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
1.1
La dirección para comparar tu ahora es futura: estés mejor o peor que antes, lo feliz que seas pende de lo feliz que preveas o esperes ser.
— el Zambullista (@Zambullista) 24 de diciembre de 2016
No es lo gozado o lo sufrido (pasado) lo que puede hacerte feliz o infeliz, sino la esperanza o el temor (presente) de repetirlo (futuro).
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
De ahí que el recuerdo amado o la marca indeleble en el corazón alegren prometiendo y el trauma duela amenazando. En ambos casos, futurando.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de mayo de 2017
Un placer –que alegra prometiendo– y un trauma –que duele amenazando– son iguales en lo sintáctico (Acción+Modo) y opuestos en lo semántico.
— el Zambullista (@Zambullista) 6 de marzo de 2017
1.1.1.
Un trauma nos machaca que lo que fue volverá a ser, sin que otro futuro lo desplace. Se lo habla para liberar futuros atados por el trauma.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
O encerrados en los silencios forzados: "Estás tan enfermo como tus secretos", se dice. Se habla para sacarse un silencioso peso de encima.
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de febrero de 2017La inversa de la última frase del Tractatus es un consejo muy escuchado en casos traumáticos: "De lo que no se puede callar hay que hablar".
— el Zambullista (@Zambullista) 31 de marzo de 2016
2.
Gustos y deseos son vitalistas: te hacen preferir un futuro en vez de otro o ninguno. Te mueven a otro casillero. La indiferencia te atora.
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
"El que llega gana", dice el papá.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de mayo de 2017
Se compite para tomar impulso, para salir de la inacción. Es más fácil motivarse compitiendo que sin.
El entusiasmo no es una efervescencia actual, aun si la hay; es un estado de expectativa gozosa: hay algo futuro que me atrae y me intriga.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de agosto de 2016
El impulso entusiasta traduce la atracción que un futuro ejerce, aun uno agónico:
— el Zambullista (@Zambullista) 31 de diciembre de 2016
"…con el último deseo
se ha dicho el miedo a morir antes".
→ “Final feliz”.
→ “Entusiasmos I”, último párrafo.
3.
La muerte es LO pendiente. La compensamos viviendo por lo otro que tenemos pendiente pero que puede no llegar -a diferencia de la infalible.
— el Zambullista (@Zambullista) February 24, 2017
En tu futuro conviven lo que tendrás pendiente mientras vivas –morir– y lo pendiente con que le des sentido a ese mientras –plantar 1 árbol…
— el Zambullista (@Zambullista) 22 de enero de 2017
"Felicidad" le decimos a la buena salud existencial: la sensación y convicción de que tiene sentido y valor lo que vivimos y/o el universo.
— el Zambullista (@Zambullista) 26 de octubre de 2016
3.1
—DEBE tener un sentido todo esto. DEBE haber algo después o más allá de esto.
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
—¿Qué lo pide? La necesidad de futuro: de vivir proyectándose.
—¿Cuál es el problema?
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
—Ninguno. Pero esa necesidad no tiene una única satisfacción, aun si todas logran lo mismo.
—¿Y cómo funcionan todas?
—Creer en un sentido del hacer te pone en movimiento. Creer en trascendencias te orienta en el tiempo (después) o en el espacio (más allá).
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
—Creer en una vida después de la muerte y en una realidad más allá de la física le da sentido a lo que hacemos.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
—Es 1 modo, sí.
—¿Hay otros?
—Tantos como modos de hacer atractivos un futuro y un afuera (una otredad que me integra) puedan hacerse.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
—O revelarse.
—Ese es otro creer.
—Si existís con una razón existís por una necesidad. Si no hay una razón, existís por una contingencia: bien podrías no existir.
— el Zambullista (@Zambullista) February 24, 2017
—¿Y?
—¿Y…?
No es preciso ser necesario para ser (o tener una razón de). Podría no estar, sí. Pero aún puedo darle sentido a lo que hago mientras estoy.
— el Zambullista (@Zambullista) February 24, 2017
—Perdón, pasaba por acá y no pude evitar oírte. ¿Podés o debés? Sos cultural: ¿tenés la libertad y el poder de hacer algo sin darle sentido?
— el Zambullista (@Zambullista) 7 de mayo de 2017
Ahora se ve así:
1.
— LaGenteAndaDiciendo (@gentediciendo) March 8, 2016
Sí o sí, ser feliz te hace sentir poderos@, y no al revés. Hay poderos@s que lamentan no ser felices, y no al revés. https://t.co/NLApk9qATl
— el Zambullista (@Zambullista) 8 de marzo de 2016
Una felicidad es el desarrollo de una potencialidad: la captura de un futuro. De ahí que dé una sensación de poder: se puede hacia adelante.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
1.1
La dirección para comparar tu ahora es futura: estés mejor o peor que antes, lo feliz que seas pende de lo feliz que preveas o esperes ser.
— el Zambullista (@Zambullista) 24 de diciembre de 2016
No es lo gozado o lo sufrido (pasado) lo que puede hacerte feliz o infeliz, sino la esperanza o el temor (presente) de repetirlo (futuro).
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
De ahí que el recuerdo amado o la marca indeleble en el corazón alegren prometiendo y el trauma duela amenazando. En ambos casos, futurando.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de mayo de 2017
Un placer –que alegra prometiendo– y un trauma –que duele amenazando– son iguales en lo sintáctico (Acción+Modo) y opuestos en lo semántico.
— el Zambullista (@Zambullista) 6 de marzo de 2017
1.1.1.
Un trauma nos machaca que lo que fue volverá a ser, sin que otro futuro lo desplace. Se lo habla para liberar futuros atados por el trauma.
— el Zambullista (@Zambullista) 21 de enero de 2017
O encerrados en los silencios forzados: "Estás tan enfermo como tus secretos", se dice. Se habla para sacarse un silencioso peso de encima.
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de febrero de 2017La inversa de la última frase del Tractatus es un consejo muy escuchado en casos traumáticos: "De lo que no se puede callar hay que hablar".
— el Zambullista (@Zambullista) 31 de marzo de 2016
2.
Gustos y deseos son vitalistas: te hacen preferir un futuro en vez de otro o ninguno. Te mueven a otro casillero. La indiferencia te atora.
— el Zambullista (@Zambullista) 20 de enero de 2017
"El que llega gana", dice el papá.
— el Zambullista (@Zambullista) 25 de mayo de 2017
Se compite para tomar impulso, para salir de la inacción. Es más fácil motivarse compitiendo que sin.
El entusiasmo no es una efervescencia actual, aun si la hay; es un estado de expectativa gozosa: hay algo futuro que me atrae y me intriga.
— el Zambullista (@Zambullista) 27 de agosto de 2016
El impulso entusiasta traduce la atracción que un futuro ejerce, aun uno agónico:
— el Zambullista (@Zambullista) 31 de diciembre de 2016
"…con el último deseo
se ha dicho el miedo a morir antes".
→ “Final feliz”.
→ “Entusiasmos I”, último párrafo.
3.
La muerte es LO pendiente. La compensamos viviendo por lo otro que tenemos pendiente pero que puede no llegar -a diferencia de la infalible.
— el Zambullista (@Zambullista) February 24, 2017
En tu futuro conviven lo que tendrás pendiente mientras vivas –morir– y lo pendiente con que le des sentido a ese mientras –plantar 1 árbol…
— el Zambullista (@Zambullista) 22 de enero de 2017
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