"Memoria" perdió los microensayos de la que era su sección 1: el primero pasó a "Turismo Coleridge" y los otros tres pasaron a formar parte del recién publicado "Memoria, tiempo e identidad".
Hasta ahora el ensayo se veía así:
1.
Los recuerdos de X, sin importar su antigüedad, son tan vívidos que parecen recientes. Un grado más y se confunden con percepciones en vivo.
— el Zambullista (@zambullista) abril 8, 2015
Nulo olvido, memoria total; o al revés. Si no hay sentido sin mezcla, las purezas son absurdos fantasmales (Ireneo Funes y Leonard Shelby).
— el Zambullista (@zambullista) febrero 2, 2015
Si el tiempo es flujo, la memoria es su sentido (enfermable y necesario para tener identidad, además de presencia). pic.twitter.com/JjrM1Q9uJg
— el Zambullista (@zambullista) febrero 4, 2015
La identidad es la descripción y el relato que hacemos de es@ que dice YO. Seguro no puede sobrevivirle a la conciencia. ¿Y a la memoria?
— el Zambullista (@zambullista) septiembre 14, 2015
2.
Si no soy un desmemoriado, un "Estoy acá" es un "Llegué acá, vengo de allá". También soy los que desembocan en mí, si el olvido los deja.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 12, 2015
Si además del que estoy acá no soy los que desembocaron en mí, tengo una mitad perdida. La otra depende de si logro ser los que salen de mí.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 12, 2015
En el País de Nomeacuerdo puede haber errancias, pero no viajes. Un viaje supone saber adónde voy, aun si me extravié; una errancia, ni eso.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 9, 2015
@zambullista
Recordemos el informe nomeacuerdense que compuso María Elena Walsh:
http://t.co/79NXWE7ypG
— el Zambullista (@zambullista) marzo 9, 2015
3.
Para Perogrullo, toda vuelta tiene un destino conocido.
Para todos, X vuelve.
Para X, lo suyo es un ir: olvidó adónde vuelve o haber estado.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
@zambullista
A) "Olvidó adónde vuelve": o se frena, sin Norte, o se deja llevar, sin idea.
B) "Olvidó haber estado", pero sabe adónde va.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
@zambullista
Es más fácil acordar que toda vuelta tiene un destino conocido que ponernos de acuerdo en si tal viaje es una vuelta o una ida.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
Ahora se ve así:
1.
Si no soy un desmemoriado, un "Estoy acá" es un "Llegué acá, vengo de allá". También soy los que desembocan en mí, si el olvido los deja.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 12, 2015
Si además del que estoy acá no soy los que desembocaron en mí, tengo una mitad perdida. La otra depende de si logro ser los que salen de mí.
— el Zambullista (@zambullista) febrero 12, 2015
En el País de Nomeacuerdo puede haber errancias, pero no viajes. Un viaje supone saber adónde voy, aun si me extravié; una errancia, ni eso.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 9, 2015
@zambullista
Recordemos el informe nomeacuerdense que compuso María Elena Walsh:
http://t.co/79NXWE7ypG
— el Zambullista (@zambullista) marzo 9, 2015
2.
Para Perogrullo, toda vuelta tiene un destino conocido.
Para todos, X vuelve.
Para X, lo suyo es un ir: olvidó adónde vuelve o haber estado.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
@zambullista
A) "Olvidó adónde vuelve": o se frena, sin Norte, o se deja llevar, sin idea.
B) "Olvidó haber estado", pero sabe adónde va.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
@zambullista
Es más fácil acordar que toda vuelta tiene un destino conocido que ponernos de acuerdo en si tal viaje es una vuelta o una ida.
— el Zambullista (@zambullista) marzo 8, 2015
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