Entre la madrugada de ayer y la de hoy (8 y 9 de febrero) agregué varias piezas al ensayo, que se pueden ver por las fechas. Antes de agregar las de hoy, el ensayo se veía así:
1.
—Te juro que si pudiera volvería el tiempo atrás.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Con los viajes temporales se acabarían los juramentos insinceros:
—Tomá, hacelo diferente.
Condenan a X a inventar una máquina del tiempo y evitar su crimen. La inventa y viaja… ¿a evitar el motivo de la condena o sólo la condena?
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
Si X evita su crimen, cumple la condena… de un crimen no cometido. Si evita la condena, ¿qué condena incumple X? La condena está condenada.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
Eso le pasa –a la condena– por obligar a revocar lo que la suscita y por posibilitar que en vez de eso el obligado la revoque a ella sola.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
1.1
A la condena le hicieron una cama existencial: se anula en el mismo instante en que se cumple (X evita su motivo) o incumple (X la evita).
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
En su versión de la típica paradoja temporal, en lugar de un padre o un abuelo a matar, la condena ordena evitar el crimen que la motiva.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Lo lógico es que el efecto siga a la causa y lleven la misma dirección. Una causa que retrocede puede colisionar con efectos que avanzan.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
La causa en el pasado (lejano o reciente) y el efecto en el futuro (lejano o inmediato). En una revocación paradójica se ubican al revés.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
1.2
Condena Absolutoria Meritocrática Autodegradable: el mérito, viajar al pasado culpable; la absolución, revocarlo; su efecto, no hay condena.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Respecto del viaje de X, la anulación de la condena cumplida es retroactiva: deshabiendo crimen, no habrá sentencia que diga cómo pagarlo.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Respecto del curso del mundo, simplemente no hubo delito ni condena y afirmar que hubo y se borraron es tan indemostrable como irrefutable.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
2.
En cuanto a X, su ética es una si viaja al pasado para evitar el crimen y es otra si elige viajar –un poco menos– para evitar el castigo.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
En el 1º caso, X se arrepiente del crimen, como pide la "condena". En el 2º, lamenta que no haya sido perfecto y es como si reincidiera.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
La diferencia es que reincidir aumenta el prontuario y no cambiar lo que podría lo deja igual. Ahí X reincidiría por omisión, no por acción.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
2.1
Quienes viajen a cambiar un pasado culpable –ponele que se pueda– buscarán la inocencia o la impunidad. Es obvio quiénes son más confiables.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
La inocencia es una rosa que perdieron y viajan para recuperar. La impunidad es un laurel que no supieron conseguir y van por la revancha.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
Si no olvidan que revocaron su crimen, la inocencia se perdió y se recuperó. Si olvidan, nunca se perdió –"Mi no víctima no me deja mentir".
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
Si no olvidan que evitaron el castigo, la condena existió y se borró. Si olvidan, no existió.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
??"Si la historia la escriben los que olvidan…"
Ahora quedó así:
1.
—Te juro que si pudiera volvería el tiempo atrás.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Con los viajes temporales se acabarían los juramentos insinceros:
—Tomá, hacelo diferente.
Un viaje al pasado haría posible que la prevención fuera posterior al daño. Si viajáramos así, las condenas no castigarían: posprevendrían.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
Más vale prevenir que curar, salvo que curar incluya prevenir cuando uno quiera. Otros viajan jugando a la lotería con el diario del lunes.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
Una condena que cumple los deseos de un arrepentimiento (Ctrl-Z), más que condena es una amiga. Nos limpia el historial sin dejar rastros.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
2.
Condenan a X a inventar una máquina del tiempo y evitar su crimen. La inventa y viaja… ¿a evitar el motivo de la condena o sólo la condena?
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
Si X evita su crimen, cumple la condena… de un crimen no cometido. Si evita la condena, ¿qué condena incumple X? La condena está condenada.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
Eso le pasa –a la condena– por obligar a revocar lo que la suscita y por posibilitar que en vez de eso el obligado la revoque a ella sola.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
A la condena le hicieron una cama existencial: se anula en el mismo instante en que se cumple (X evita su motivo) o incumple (X la evita).
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
2.1
En su versión de la típica paradoja temporal, en lugar de un padre o un abuelo a matar, la condena ordena evitar el crimen que la motiva.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Lo lógico es que el efecto siga a la causa y lleven la misma dirección. Una causa que retrocede puede colisionar con efectos que avanzan.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
La causa en el pasado (lejano o reciente) y el efecto en el futuro (lejano o inmediato). En una revocación paradójica se ubican al revés.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
2.2
Condena Absolutoria Meritocrática Autodegradable: el mérito, viajar al pasado culpable; la absolución, revocarlo; su efecto, no hay condena.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Respecto del viaje de X, la anulación de la condena cumplida es retroactiva: deshabiendo crimen, no habrá sentencia que diga cómo pagarlo.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Respecto del curso del mundo, simplemente no hubo delito ni condena y afirmar que hubo y se borraron es tan indemostrable como irrefutable.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
La condena que obliga a X a deshacer lo que la hizo existir muere contenta porque ha batido al enemigo. Misión cumplida: ya no hay crimen.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
La condena, que sobra si falta el crimen, no tiene drama en deshacerse, pero después del crimen. Cumplirla implica perimirla, no al revés.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
3.
En cuanto a X, su ética es una si viaja al pasado para evitar el crimen y es otra si elige viajar –un poco menos– para evitar el castigo.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 6, 2016
En el 1º caso, X se arrepiente del crimen, como pide la "condena". En el 2º, lamenta que no haya sido perfecto y es como si reincidiera.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
La diferencia es que reincidir aumenta el prontuario y no cambiar lo que podría lo deja igual. Ahí X reincidiría por omisión, no por acción.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
Si todo se retrotrae a antes del crimen y X lo vuelve a cometer, la condena insistirá y X entrará en su día de la marmota, hasta aprender.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 9, 2016
3.1
Quienes viajen a cambiar un pasado culpable –ponele que se pueda– buscarán la inocencia o la impunidad. Es obvio quiénes son más confiables.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
La inocencia es una rosa que perdieron y viajan para recuperar. La impunidad es un laurel que no supieron conseguir y van por la revancha.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
Si no olvidan que revocaron su crimen, la inocencia se perdió y se recuperó. Si olvidan, nunca se perdió –"Mi no víctima no me deja mentir".
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 7, 2016
Si no olvidan que evitaron el castigo, la condena existió y se borró. Si olvidan, no existió.
— el Zambullista (@Zambullista) febrero 8, 2016
??"Si la historia la escriben los que olvidan…"
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