Hasta recién se veía así:
1.
En política se discute qué ver como un hecho o un dato (categorización), cuáles seleccionar (adopción) y cómo ponderarlos (jerarquización).
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
@zambullista Los disensos son escalonables: puedo categorizar un hecho sin adoptarlo en mi colección o adoptarlo sin jerarquizarlo como vos.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
@zambullista Acepto o niego un dato. Si lo acepto, lo incluyo en mi cuadro o lo dejo fuera. Si lo incluyo, lo peso en mi balanza axiológica.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
Ponderar distinto los mismos datos es lo más cerca que podemos estar disintiendo. Lo más lejos, negando los que el otro afirma (o al revés).
— el Zambullista (@zambullista) octubre 11, 2015
Si los datos por los que apoyo a X son los mismos por los que vos no, diferimos en su ponderación. Si son otros, en la selección a ponderar.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 16, 2015
—Mis razones para apoyar a X manejan datos distintos a los que manejan las tuyas para oponerte.
—Si fuesen idénticos, hablarían de lo mismo.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
@zambullista Mis razones y las tuyas no hablan de lo mismo: esos X están hechos de datos diferentes, acordemos o no con cómo se los pondera.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
En política, tan importante como tener una razón es tener por dónde hacerla llegar, para que no llegue sólo versionada por sus detractores.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 28, 2015
2.
Los que creen imposible estar en el error y que no lo esté el otro se esmeran en mostrarse seguros para persuadir de que están en lo cierto.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Ante las tablas en el juego de razones, la persuasión se vuelve un duelo de énfasis enemistados: —A VER QUIÉN LO DICE MÁS FUERTE. —¡D A L E!
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Cuando cada lado ve las imputaciones del otro como autorretratos ciegamente certeros, no hay otra que tomar partido. Alguno está muy errado.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 30, 2015
Donde 2 están igual de seguros de cosas opuestas hay una oportunidad de pactar la paz ante el empate técnico y un riesgo de guerra decisiva.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Las certezas absolutas y antagónicas matan el diálogo: —Todo dicho. Coincido en que veo y valoro al revés que vos. —Que gane el más fuerte.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Pujando se impone la gente –si hablando no se entendió. Muerta la vía política de argumentar, la guerra regresa a sus medios más habituales.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
3.
X y Z tienen el mismo ideal pero distintos objetivos. Cada cual afirma que los efectos de SUS logros son LA –o la mejor– vía a ese ideal.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015
@zambullista Es una oposición más sutil que la de objetivos e ideales diferentes, que es la opuesta a la de ambos iguales: la no oposición.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Y si sumamos fuerzas de los que compartimos objetivos e ideales, la no oposición da paso a la unión y a otro nivel de fuerza.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Ideal y objetivo son blancos. Tengo 1 bala. Si están alineados puedo matar 2 pájaros de 1 tiro sin necesitar un rebote certero.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 23, 2015
@zambullista Si se quiere terciar en el debate, habrá que ponerse a favor de un combo u otro de objetivos e ideales. Sin garantía de verdad.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
3.1
@zambullista La TEORÍA DEL DERRAME alude a los efectos distributivos (el ideal) que tendría la concentración de la riqueza (el objetivo).??????
— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015
@zambullista ¿El derrame es un efecto secundario, colateral, o es una puntería de rebote, una carambola de billarista, una máquina de Rube?
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Llamarlo "derrame" es graficar que de la acumulación de riqueza sólo se puede esperar lo que se le caiga. Abajo hay carroñeros.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 22, 2015
@zambullista El zorro queda al cuidado del gallinero y el lobo se disfraza de cordero. O manda a Caperucita Roja por el "atajo" más largo.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista
—¿Cuándo se redistribuirá la riqueza?
—Cuando el derrame funcione. O los cerdos vuelen, las gallinas tengan dientes, el infier…
— el Zambullista (@zambullista) octubre 22, 2015
Luchar por la paz, no sé. Pero concentrar la riqueza para redistribuirla sí es como coger por la virginidad. Cuando el medio malogra el fin.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015
4.
La concentración de poder tensiona: es belicosa; la distribución distiende, pacifica. El suprematista se cree con derecho a la desigualdad.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
@zambullista Si Natura lo hizo superior, la ofenden quienes quieren anular esa desigualdad. El suprematista finge defender un orden natural.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
La concentración de poder es al tejido social lo que la de masa es al espaciotiempo: eso que define su distorsión, su tirón gravitatorio.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
Al poder lo tironean 2 fuerzas: como la gravedad con la materia, una tiende a concentrarlo; la otra, a repartirlo. DES vs. RE equilibrar.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
5.
La violencia social puede tener muchos autores materiales, pero el mismo autor intelectual: la injusticia social de una desigualdad brutal.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
La injusticia de una gran desigualdad social (condiciones de vida) y/o política (poder para cambiarlas) es violencia que engendra violencia.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
Mucho para pocos, poco para muchos: cuanto más desigual es el reparto de riqueza y poder, más violencia requiere para controlar la reacción.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Violencias psicológica y moral (estigmatizaciones); laboral (precarización y pauperización; desempleo); civil (represión, persecución); etc.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Es violento pretender que no haya reacción a la violencia de una injusticia social aguda. Es un anticonceptivo o abortivo de la resistencia.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Si nace, le sigue la Gran Herodes en la cima de la violencia. Y si ni eso impide que alguna resistencia crezca, la lucha es menos despareja.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Y aun menos, si florecen mil flores y se pasa de la resistencia a una tímida reversión del daño, primero, y a un reempoderamiento, después.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Ahora se ve así:
1.
En política se discute qué ver como un hecho o un dato (categorización), cuáles seleccionar (adopción) y cómo ponderarlos (jerarquización).
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
@zambullista Los disensos son escalonables: puedo categorizar un hecho sin adoptarlo en mi colección o adoptarlo sin jerarquizarlo como vos.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
@zambullista Acepto o niego un dato. Si lo acepto, lo incluyo en mi cuadro o lo dejo fuera. Si lo incluyo, lo peso en mi balanza axiológica.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 10, 2015
Ponderar distinto los mismos datos es lo más cerca que podemos estar disintiendo. Lo más lejos, negando los que el otro afirma (o al revés).
— el Zambullista (@zambullista) octubre 11, 2015
Si los datos por los que apoyo a X son los mismos por los que vos no, diferimos en su ponderación. Si son otros, en la selección a ponderar.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 16, 2015
—Mis razones para apoyar a X manejan datos distintos a los que manejan las tuyas para oponerte.
—Si fuesen idénticos, hablarían de lo mismo.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
@zambullista Mis razones y las tuyas no hablan de lo mismo: esos X están hechos de datos diferentes, acordemos o no con cómo se los pondera.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
En política, tan importante como tener una razón es tener por dónde hacerla llegar, para que no llegue sólo versionada por sus detractores.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 28, 2015
2.
Los que creen imposible estar en el error y que no lo esté el otro se esmeran en mostrarse seguros para persuadir de que están en lo cierto.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Ante las tablas en el juego de razones, la persuasión se vuelve un duelo de énfasis enemistados: —A VER QUIÉN LO DICE MÁS FUERTE. —¡D A L E!
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Cuando cada lado ve las imputaciones del otro como autorretratos ciegamente certeros, no hay otra que tomar partido. Alguno está muy errado.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 30, 2015
Donde 2 están igual de seguros de cosas opuestas hay una oportunidad de pactar la paz ante el empate técnico y un riesgo de guerra decisiva.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Las certezas absolutas y antagónicas matan el diálogo: —Todo dicho. Coincido en que veo y valoro al revés que vos. —Que gane el más fuerte.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
Pujando se impone la gente –si hablando no se entendió. Muerta la vía política de argumentar, la guerra regresa a sus medios más habituales.
— el Zambullista (@Zambullista) diciembre 30, 2015
3.
X y Z tienen el mismo ideal pero distintos objetivos. Cada cual afirma que los efectos de SUS logros son LA –o la mejor– vía a ese ideal.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015
@zambullista Es una oposición más sutil que la de objetivos e ideales diferentes, que es la opuesta a la de ambos iguales: la no oposición.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Y si sumamos fuerzas de los que compartimos objetivos e ideales, la no oposición da paso a la unión y a otro nivel de fuerza.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Ideal y objetivo son blancos. Tengo 1 bala. Si están alineados puedo matar 2 pájaros de 1 tiro sin necesitar un rebote certero.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 23, 2015
@zambullista Si se quiere terciar en el debate, habrá que ponerse a favor de un combo u otro de objetivos e ideales. Sin garantía de verdad.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
3.1
@zambullista La TEORÍA DEL DERRAME alude a los efectos distributivos (el ideal) que tendría la concentración de la riqueza (el objetivo).??????
— el Zambullista (@zambullista) octubre 20, 2015
@zambullista ¿El derrame es un efecto secundario, colateral, o es una puntería de rebote, una carambola de billarista, una máquina de Rube?
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista Llamarlo "derrame" es graficar que de la acumulación de riqueza sólo se puede esperar lo que se le caiga. Abajo hay carroñeros.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 22, 2015
@zambullista El zorro queda al cuidado del gallinero y el lobo se disfraza de cordero. O manda a Caperucita Roja por el "atajo" más largo.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 21, 2015
@zambullista
—¿Cuándo se redistribuirá la riqueza?
—Cuando el derrame funcione. O los cerdos vuelen, las gallinas tengan dientes, el infier…
— el Zambullista (@zambullista) octubre 22, 2015
Luchar por la paz, no sé. Pero concentrar la riqueza para redistribuirla sí es como coger por la virginidad. Cuando el medio malogra el fin.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 24, 2015
4.
La concentración de poder tensiona: es belicosa; la distribución distiende, pacifica. El suprematista se cree con derecho a la desigualdad.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
@zambullista Si Natura lo hizo superior, la ofenden quienes quieren anular esa desigualdad. El suprematista finge defender un orden natural.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
La concentración de poder es al tejido social lo que la de masa es al espaciotiempo: eso que define su distorsión, su tirón gravitatorio.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
Al poder lo tironean 2 fuerzas: como la gravedad con la materia, una tiende a concentrarlo; la otra, a repartirlo. DES vs. RE equilibrar.
— el Zambullista (@zambullista) octubre 17, 2015
5.
La violencia social puede tener muchos autores materiales, pero el mismo autor intelectual: la injusticia social de una desigualdad brutal.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
La injusticia de una gran desigualdad social (condiciones de vida) y/o política (poder para cambiarlas) es violencia que engendra violencia.
— el Zambullista (@zambullista) noviembre 7, 2015
Mucho para pocos, poco para muchos: cuanto más desigual es el reparto de riqueza y poder, más violencia requiere para controlar la reacción.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Violencias psicológica y moral (estigmatizaciones); laboral (precarización y pauperización; desempleo); civil (represión, persecución); etc.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Es violento pretender que no haya reacción a la violencia de una injusticia social aguda. Es un anticonceptivo o abortivo de la resistencia.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Si nace, le sigue la Gran Herodes en la cima de la violencia. Y si ni eso impide que alguna resistencia crezca, la lucha es menos despareja.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
Y aun menos, si florecen mil flores y se pasa de la resistencia a una tímida reversión del daño, primero, y a un reempoderamiento, después.
— el Zambullista (@Zambullista) enero 7, 2016
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