Entre el mediodía y la primera tarde, antes de ir al trabajo, y la noche, al volver, hice varios cambios en el ensayo, entre agregados, supresiones y rediseño de las secciones. Empiezo por esto último. La sección 1 fue la única que no cambió de número. La que era la 2 ahora es la 1.1; la que era la 2.1 ahora es la 1.2. Creé una nueva sección interna, la 1.2.1 (durante la tarde fue la 2.1.1), desde "En otras estrategias, con mayor fuerza de imposición,...". En esa nueva sección agregué, en bloque oculto indicado con el asterisco correspondiente, los artículos pétreos de la Constitución de Honduras. A continuación de "...que prohíben su reforma", con un punto seguido, estaba esto:
Una producción cultural, una obra de la inteligencia, la voluntad y el deseo, no puede dejar de sonar absurda o arbitraria cuando pretende emular la irreversibilidad que se le atribuye a la naturaleza (y que, en rigor, sólo es estrictamente indiscutible para el atributo de ser mortal; los otros, manipulando los plazos, pueden ser negociables).Ahora, luego de un punto y aparte, hay dos párrafos, los últimos de la sección, con la frase anterior reformulada y reducida:
La Física –supongo– impide que uno pueda con sus pulmones y sus manos inflar y cerrar desde adentro un globo, por mucho que lo desee y se lo proponga. Lo que sufre una imposibilidad análoga es la pretensión de fundar lógicamente un cierre desde adentro de la Constitución, pero no la de hacer cumplir la expresión de deseo que ese sello endógeno manifiesta.La sección 2.2 pasó a ser la 1.3 (sólo le agregué "ejemplar" a "esplendor"). La 2.3 ahora es 1.4. La 3 ahora es 2 y 2.1 (la nueva división interna va desde "En general, se engaña ventajeramente" hasta "...muere por su culpa también él"; estos dos párrafos antes tenían el mismo formato que el anterior, el que termina con "...que diciendo la verdad no obtendríamos"). Lo que era 3.1 ahora es 2.2. Las secciones 4, 4.1, 5 y 5.1 ahora son 3, 3.1, 4 y 4.1, respectivamente. La última frase de la actual sección 4 antes decía esto:
Más general aún, la fundamentación de una fuerza de voluntad (en una lógica –un Debe ser así–, en una naturaleza –un Es así–, en un derecho consuetudinario –un Siempre fue así–, en una conveniencia –un Es mejor que sea así–, etc.) siempre es un recurso persuasivo más. Nunca la razón que invoca una fuerza para imponerse puede serle inseparable: nunca forma naturalmente parte de ella. Una ley que regule interacciones humanas no puede dejar de sonar absurda o arbitraria cuando pretende emular la irreversibilidad que se le atribuye a la naturaleza.
En “La Biblioteca de Babel” existen «las Vindicaciones: libros... que para siempre vindicaban los actos de cada hombre del universo», aunque «la posibilidad de que un hombre encuentre la suya, o alguna pérfida variación de la suya, es computable en cero».La cambié levemente y le agregué un asterisco y un bloque de texto oculto, que a su vez termina con otro asterisco y otro texto oculto:
En “La Biblioteca de Babel” «existen» –el narrador dice haber visto dos– «las Vindicaciones: libros... que para siempre vindicaban los actos de cada hombre del universo», aunque «la posibilidad de que un hombre encuentre la suya, o alguna pérfida variación de la suya, es computable en cero».*
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