Cambio menor en el tercer párrafo de la sección 2 del ensayo. Hasta recién decía esto:
El dibujo es el inverso en la visión aléfica: lo visto lo es desde todos los puntos. Pero para ver cada cosa del universo como si la viera desde todos los ángulos a la vez, el contemplador del Aleph debe colocarse en la posición precisa y no moverse, como Legrand en la silla del diablo y el ojo del cazador detrás de la mira. Mientras Legrand y el cazador tienen puntería dedicada, en “El Aleph” se combinan la singularidad de la observación más frágil y la totalidad de las visiones sobre cada una de la totalidad de las cosas: desde un punto de mira exacto se ve todo como si se viera desde todos los puntos de mira posibles.
Ahora dice esto:
El dibujo es el inverso en la visión aléfica: lo visto lo es desde todos los puntos. Pero para eso el contemplador de la «esfera tornasolada» de «dos o tres centímetros» de diámetro debió colocarse en la posición precisa y no moverse, como Legrand en la silla del diablo y el ojo del cazador detrás de la mira. Mientras Legrand y el cazador tienen puntería dedicada, la del contemplador del «inconcebible universo» no puede ser más dispersa. En “El Aleph” se combinan la singularidad de la observación más frágil y la totalidad de las visiones sobre cada una de la totalidad de las cosas. En definitiva, desde un punto de mira exacto todo lo que se ve (y lo que se ve es todo) se ve como si se viera desde todos los puntos de mira posibles.
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