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domingo, 15 de abril de 2012

Dos espejismos 001 (0.1.0)


Hice cambios en el último párrafo de la sección 1. Hasta recién decía esto:
En un pasaje hay un “sí” remoto a una invitación. En el otro está el saber de una futura Lolita que se aleja irreversiblemente de la que Humbert Humbert ama y de él. Otras lejanías actúan en los dos sets acústicos de la serie.

Ahora dice así:
En un pasaje hay un remotísimo “sí” a una invitación reiterada (una insistencia que no acorta distancia, cuyo fracaso dura lo que se tarda en aceptar que es “no”). En el otro está el saber de una futura Lolita que se aleja irreversiblemente de la que Humbert Humbert ama y de él.
Otras lejanías actúan en los dos sets acústicos de la serie. Y esta vez no serán metafóricas, sino largas distancias físicas, ejemplos de nociones espaciales que pueden darnos lo que escuchamos y/o lo que vemos, por nombrar sólo dos sentidos.

También cambié el primer párrafo de la sección 2. Antes decía esto:
Empiezo por el segundo recuerdo más recurrente de los dos más sensibles al oído: ...

Ahora dice esto:
Breve introducción al segundo recuerdo más recurrente de los dos más sensibles al oído. Camino al lago donde tiene lugar la escena, la señora Humbert ha revelado su plan de enviar a su hija Dolores Haze directamente del campamento de verano donde está a un internado lejano. Humbert Humbert ha resuelto que «la solución natural era eliminar a la señora Humbert». La primera oportunidad la ve inmediatamente, cuando están nadando solos y a la vista sólo hay dos posibles testigos, que están «bastante cerca para presenciar un accidente y bastante lejos para no observar un crimen». Son «el hombre de ley y el hombre de agua», y el primer espejismo audiovisual de la serie los tiene de protagonistas.

También le agregué "y un delay entre ambos" a la frase que terminaba "La del segundo es de un sonido único con su fuente aún divisable", en el segundo párrafo.
Agregué también la nota que se abre cliqueando en el asterisco del final de esta frase:
La tercera muestra las vicisitudes del juego de distinguirlas.*
En la escena del lago, Herbert Herbert cuenta por qué en un juego similar con su esposa estaría perdido:
Charlotte, que no advirtió la falsedad de todas las convenciones cotidianas y normas de conducta, de todos los alimentos y los libros y las personas que prefería, era capaz de distinguir en seguida una entonación falsa en cuanto dijera yo para tratar de retener a Lo. Era como un músico que es un individuo vulgar y odioso en la vida corriente, desprovisto de tacto y gusto, pero que oye una nota falsa con destreza diabólica.” (71)


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