Antes:
Ahora:
A esos pisos debo sumarles los que llevo filmados y restarle el resultado a 18, si quiero prever la llegada para poder disponer mi cuerpo al cambio de inercia de esa detención, como hacemos normalmente cuando vamos mirando en el tablero por qué piso vamos.
Entonces: o bien tengo la incertidumbre de ese número a sumar de pisos no registrados entre el último mostrado por el tablero y el primero filmado, o bien tengo una certidumbre, que puede o no estar equivocada. Si tengo una incertidumbre, puedo creer que el próximo piso puede ser el último, aunque vaya ya por la tercera o incluso cuarta desmentida y renovación de expectativas, que no es un gasto menor de energías. O puedo resignarme a procesar el cambio de inercia tarde, una vez producido, gastando mucha energía en el breve tiempo de una urgencia (la energía contenida y liberada por un shock, que a esa escala es poco ruidoso).
La incertidumbre es sufrir una falta de saber, no meramente tenerla; es la tensión entre el desenlace o la continuación que deseamos que suceda y el desenlace o la continuación que no sabemos cómo será (ya sea porque no preexista a su suceso –imposibilidad existencial– o porque preexista, como en un “está escrito”, pero no sepamos leer su lenguaje –imposibilidad cognitiva–).
Menos indiscriminadas son las expectativas de una certidumbre, aunque no por eso infalibles.
Ahora:
A esos pisos debo sumarles los que llevo filmados y restarle el resultado a 18, si quiero prever la llegada para poder disponer mi cuerpo al cambio de inercia de esa detención, como hacemos normalmente cuando vamos mirando en el tablero por qué piso vamos.
La incertidumbre es sufrir una falta de saber, no meramente tenerla; es la tensión entre el desenlace o la continuación que deseamos que suceda y el desenlace o la continuación que no sabemos cómo será (ya sea porque no preexista a su suceso –imposibilidad existencial– o porque preexista, como en un “está escrito”, pero no sepamos leer su lenguaje –imposibilidad cognitiva–). Si quiero saber y no sé cuál es ese número a sumar de pisos no registrados entre el último mostrado por el tablero y el primero filmado, puedo creer que el próximo piso puede ser el último, aunque vaya ya por la tercera o incluso cuarta desmentida y renovación de expectativas, que no es un gasto menor de energías. O puedo resignarme a procesar el cambio de inercia tarde, una vez producido, gastando mucha energía en el breve tiempo de una urgencia (la energía contenida y liberada por un shock, que a esa escala es poco ruidoso).
Menos indiscriminadas son las expectativas de una certidumbre, aunque no por eso infalibles.